lunes, 7 de marzo de 2011

AQUÍ NO DUERME NADIE.

Aquí no se duerme.

Lo dicho, entre los jóvenes alocados con el Springbreak y que aquí amanece a eso de las 4:30 A.M, aquí no se duerme.
Lorenzo macho, un poco de mano izquierda, que acabamos de llegar. Qué ímpetu, qué rayos oiga, que alegría levantarse y ponerse con las canillas al aire. Viva el bermudismo.

Hoy ha sido un día duro. Primero porque se me ha ocurrido la genial idea de ir a saludar a Ron, Pippa, Jerrod y demás mandamases de la escuela más prestigiosa en el mundo de la publicidad, Miami Ad School. Mi idea como os he dicho,
era saludar, pero me he visto interceptado por una especie de hombre, y digo especie, porque esa forma redonda es digna de estudio, es digna de ser una nueva especie, es digna de ser el Maestro de las llaves de Gozer al no dejarme pasar a saludar a nadie, ofreciendome desde detrás de un cristal a modo de garita un post it tamaño pequeño para que pusiera todo lo que quisiera para dárselo a Jerrod de mi parte. Muy majete el ameba esponjiforme. Pues na, otro día volveré.

Y lo segundo porque no he parado de ir de un lado para otro. Que si al barco, que si al tercer piso del barco, que si al primer piso del barco, que si shrimp cocktail, que si tuna grilled smoked pichuflú, que si la abuela fuma, o mejor dicho que si la abuela smike, que aquí nadie habla na, ni español, ni inglés. Mucho bueno caracolo. Luego al hotel a chequear las rooms y los penthouses. Hazte de paso unas tarjetas ya que sabes illustrator y vente a casa a cenar mientras los taxistas
hablan por móvil, se saltan semáforos y van a más de 110. Lo dicho, aquí no se duerme.

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